Desde pequeño el niño busca su independencia, ser
capaz de actuar por sí mismo con la ayuda de los padres; pero es en el proceso de la adolescencia donde él
busca más a fondo su autonomía, el poder tomar sus propias decisiones
sin que éstas le sean cuestionadas o el de no dar tantas explicaciones.
En la lectura de Laurence steinberg, nos menciona que
la autonomía es una cuestión psicosocial que se va formando a través de los cambios físicos, que tan maduro se ven físicamente;
cognoscitivos, el poder tomar sus propias decisiones; y sociales, los diferentes roles donde se
encuentra inmerso el adolescente. Sin
embargo, la autonomía que presentan los adolescentes es mal interpretada con la
rebelión y la separación de la familia (padres); es decir, en ocasiones toman
sus decisiones no las más acertadas por
llevar la contraria de lo que se les prohíbe en casa o escuela, aunque esas
decisiones tengan graves consecuencias.
Así también, el de romper toda relación con los padres, no consultar ni
aceptar sugerencias de ellos.
Durante este proceso el adolescente pasa por las tres
etapas de autonomía: Emocional, conductual y de valores. La primera en cuanto a la
independencia en la relación con sus padres, el desapego; la segunda en el
momento de tomar sus propias decisiones y ser capaz de responsabilizarse de
ellas; y la última, conocer y valorar
entre lo que está bien y mal, hacer lo correcto e importante para el
adolescente.
Muchos jóvenes que se consideran
emocionalmente independientes, tienen confusiones al darse cuenta que en realidad no es así, ya que
mientras estén apoyados económicamente por los padres, tienen que atenerse a
las normas que ellos les establecen. Por otra parte, algunos autores en la
lectura nos mencionan que la autonomía emocional en la adolescencia incluye una
transformación y no un rompimiento en relación con sus padres; pueden ser
autónomos emocionalmente de sus padres, sin apartarse de ellos.
Para finalizar, para que el
adolescente llegue a formarse una buena autonomía a lo largo de su vida, los
padres deben ayudarles en aportarles una conducta facilitadora, es decir,
darles libertad para expresarse, dar opiniones, sugerencias y tomar sus propias
decisiones, ayudándolo y consolidando sus ideas por medio de preguntas y
explicaciones de ambas partes en alguna decisión tomada, puesto que una buena
independencia, responsabilidad y autoestima en el adolescente son fomentados
desde en casa, con unos padres cordiales,
justos y firmes.
Excelente tu análisis y que lo hayas compartido al grupo.
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